Los resultados que nos arroja Google cuando realizamos una búsqueda son sólo una pequeña parte de todo lo que existe en Internet. En este Post te explicamos qué es la Deep Web, qué contenido incluye, cuáles son sus peligros y qué mitos la rodean.
¿Sabías que la World Wide Web, tal y como la conocemos hoy, representa sólo el 5% de todo lo que existe en Internet? Quiere esto decir que el 95% restante de la información está oculta. Seguramente a día de hoy seas consciente de que existe material “secreto” en la red, pero quizá no te habías percatado de su magnitud. Esta cada vez más creciente e innegable realidad es conocida con el nombre de Deep Web o internet profunda, invisible u oculta.
Con este término estamos haciendo referencia a aquella parte de la red que contiene material, información y páginas web que no están indexadas en ninguno de los motores de búsqueda convencionales (Google, Yahoo, Bing, etc.) bien porque ese material está protegido mediante contraseñas o bien porque no reúne el formato adecuado para ser indexado (se ha diseñado enteramente en Flash o no contempla contenido HTML).
Que no esté indexado quiere decir que no puede encontrarse a través de los buscadores tradicionales como Google, pero ello no implica que ese contenido sea inaccesible. Simplemente hay que acudir a servidores intermedios, tales como proxy o VPN, que borran todo rastro que hayamos podido dejar al realizar la búsqueda. En la Deep Web, además, los dominios cambian con frecuencia y terminan todos en “.onion” en lugar de .com
Una web accesible para todos
Llegados a este punto, son muchas las preguntas que nos rondan la mente: ¿cuál es el tamaño real de la Deep Web? ¿Qué características posee? ¿Qué tipo de contenido podemos encontrar? ¿Se puede acceder a ese inmenso volumen de información de forma segura? Antes de resolver todos estos interrogantes, debes saber que el 90% del contenido integrante en la Deep Web es accesible para la totalidad de usuarios, y que en su inmensa mayoría, la información es inocua. Pero esto no quita la existencia de material ilícito y peligroso, tal como venta de drogas, compraventa de armas, pornografía, piratería o mercado negro de sicarios. Este porcentaje ínfimo de la Deep Web recibe el nombre de Dark Web o red oscura; y se accede a ella a través de la denominada Hidden Wiki.
El contenido que podemos encontrar en la internet profunda es muy amplio y diverso y, como acabamos de afirmar, no siempre tiene por qué ser ilegal. De hecho, también existen datos curiosos e interesantes. En la Deep Web se almacena información sobre los Gobiernos o sobre las investigaciones realizadas por distintas organizaciones, como la NASA. También pueden encontrarse blogs, foros, bases de datos de diversa índole e incluso mensajes de correo electrónico, publicaciones de redes sociales, extractos bancarios, valores de Bolsa o registros de salud electrónicos. A rasgos generales, puede decirse que el contenido es dinámico, de acceso limitado (se requiere contraseña) y carente de enlaces.
Tamaño de la Deep Web
Quizá, lo que más nos llame la atención es el tamaño de la Deep Web; aunque se trata sólo de una estimación, puesto que es imposible calcular con exactitud su magnitud real. Wikipedia en 2010 calculó que el tamaño de este “submundo” ascendía a los 7.500 terabytes, lo que equivale aproximadamente a unos 550 billones de documentos. En comparación con la internet visible, la internet profunda es de 400 a 550 veces mayor. Actualmente, la Universidad de California ha elevado esta cifra a los 91.000 terabytes.
Si algo caracteriza a la Deep Web, es el anonimato. Los buscadores especializados para acceder a ella permiten una navegación anónima. De ahí que se haya convertido en el refugio perfecto para los ciberdelincuentes. Nada de lo que se haga en esta zona revela la identidad del usuario, a menos que éste así lo desee.
Tor: el navegador para Deep Web
El navegador más indicado para explorar de forma segura y privada tanto la web superficial como la internet profunda es Tor (The Onion Router). Este software, desarrollado por la marina de los Estados Unidos en 2002, permite el acceso a unos 6.500 sitios web ocultos sin dejar constancia de la dirección IP. Tor es descargado de 30 a 50 millones de veces al año, y su uso se ha incrementado de forma exponencial en los últimos tiempos.
Para finalizar, no podíamos pasar por alto un dato cuanto menos, curioso: la Deep Web utiliza como moneda el Bitcoin, aunque es preciso señalar que no es exclusiva de la internet profunda. Por razones obvias, está fuera del control de los bancos estatales. Se utiliza para realizar transacciones de todo tipo; aunque su uso mayoritario es el blanqueo de capitales. A día de hoy, un bitcoin equivale a 1.049 dólares.
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En la Deep Web tiene cabida todo lo que te puedas imaginar. De ahí que también esté rodeada de mitos. La creencia generalizada es que la internet profunda es una región prohibida repleta de material perverso y malicioso. Pero como hemos visto, no es sólo eso, sino más bien, un mundo virtual paralelo. De hecho, en la actualidad ha ganado mucho peso el material académico.
Fuentes: Wikipedia, ABC, Geekland, Internautas 21 y Adslzone